El hecho de descartar dificultades cognitivas en una persona, no quiere decir que no haya nada más que la esté afectando.  Si bien hay infinidades de contenidos sobre neuropsicología que abordaremos más adelante, hay un tema reiterado en consulta que no podemos olvidar. Si eres profesional de salud, un paciente, un familiar o un educador te recomiendo continúes leyendo.

Generalmente se acude a un profesional de la salud por algo muy especifico que está ocurriendo en nuestro cuerpo o mente, y que nos está afectando en contextos de la vida diaria. Sin embargo, este profesional de la salud sea médico, psicólogo o Neuropsicólogo emitirá un concepto desde su rama, sus estudios o su visión. En muchos casos puede que el paciente mejore, logre obtener las herramientas para desempeñarse adecuadamente en su vida, pero otras veces sencillamente no.  Las hipótesis del profesional pueden ir desde un posible tratamiento errado o quizás que el paciente no fue adherente a lo recomendado. 

 No obstante, he observado que llegan pacientes remitidos por que hay un bajo rendimiento escolar y consideran que puede ser producto de algo cognitivo. Resulta que no y se descarta. Pero nuestro trabajo no puede terminar ahí. Tenemos que profundizar y revisar qué más puede estar pasando. En algunos casos, es posible que el tratamiento como tal no lo podamos hacer porque no es nuestro campo de acción, pero es nuestra responsabilidad indagar qué otra variable explica lo que le está sucediendo a la persona (niño, adolescente, adulto joven, adulto mayor). 

Todos los seres humanos somos seres integrales y holísticos. Nuestro cerebro no va separado de nuestro cuerpo, nuestra mente no se distancia de nuestras emociones y nuestros pensamientos no distan de nuestro comportamiento. Todo lo que pase alrededor nuestro nos va a afectar positiva o negativamente. 

Si no duermo bien, si tengo estrés, si me están haciendo bullying, si alguien recientemente falleció, si mis padres están peleando, si me separé, si estoy ansioso, triste, si estoy pasando por problemas económicos, pueden explicar en muchos casos que un niño no rinda en el colegio, que me distraiga en el trabajo o que en general mi desempeño no sea igual. 

Estoy de acuerdo en que tenemos que descartar dificultades cognitivas como primer medida, pero no dejar nuestro trabajo ahí. Debemos siempre indagar y evaluar otras esferas de la persona para poderla guiar. 

Te invito a que tengamos una mirada integral de esa persona o incluso de ti mismo.

Escrito por

Maria Paula Hurtado

Neuropsicóloga – Neuronapsis