En los últimos años los términos como demencia, Alzheimer y pérdida de memoria, se han vuelto cada vez más comunes. Lamentablemente, todo este asunto se ha venido normalizando, porque se considera algo “esperado”. Y «normalizar» los cambios en la vejez, implica un riesgo si no tomamos una acción oportuna.

Es común escuchar que el mismo paciente o los familiares atribuyan las fallas de memoria a la edad. Y si bien es cierto que existen cambios en nuestras capacidades cognitivas a partir de los 50 años aproximadamente, como en el resto de nuestros órganos, NO es “normal” que estos cambios aumenten de manera significativa con el pasar de los años. Tampoco es “normal” que se pierda independencia para cocinar, lavar, salir, manejar dinero, llamar por teléfono, bañarse, vestirse o comer.

Si esto está sucediendo, son señales de alarma, de que algo en el cerebro no va bien. Hay adultos mayores que llegan a los 90 años, como coloquialmente decimos “lúcidos”, porque recuerdan todo, tanto lo pasado como lo presente y es totalmente independiente. Resulta que esto sí es lo “normal” y debería ser nuestro objetivo. Por ello, no debemos esperar a tener algunas fallas para tomar conciencia y actuar. Debemos desde ya, sea la edad que tengamos y entre más pronto mejor, saber que nuestros hábitos en los años productivos tendrán repercusión cuando seamos mayores. La alimentación, el ejercicio físico, el ser socialmente activo y realizar ejercicio mental constante, permitirá retrasar el deterioro cognitivo e incluso prevenirlo en algunos casos.

Contáctanos y conoce los servicios que ofrecemos. Determinaremos el estado de las funciones cognitivas para estimular o rehabilitarlas con nuestros talleres de gimnasia cerebral. Te seguiremos dando herramientas para evitar normalizar los cambios en la vejez y tomar acción.

Recuerda, invertir en tu salud mental es invertir en tu felicidad.

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