El trauma craneoencefálico (de ahora en adelante TCE) es una de las causas más frecuentes de daño cerebral en personas menores de 40 años (Ardila y Rosselli, 2007). Este daño cerebral se refiere a una lesión física que puede afectar la cara, el cuero cabelludo, cráneo y cerebro, posterior a un golpe. El TCE va desde una lesión leve hasta una lesión severa (Ríos-Lago, Benito-león, Paúl-Lapedriza y Tirapu-Ustárroz, 2011)

La cantidad de casos de personas con TCE ha aumentado en los últimos años, generando un número alto de fallecimientos, pero también muchos sobrevivientes con múltiples secuelas, impactando su desempeño diario. Una de las causas más comunes es por accidentes automovilísticos, como también son las caídas, asaltos o agresiones y deportes.

Si bien hay diferentes tipos de TCE, el objetivo de esta entrada del blog es dar información sobre el papel que juega la neuropsicología en pacientes con este antecedente. Para esto vamos a hablar en primer lugar sobre los efectos del TCE en el funcionamiento cognitivo.

Debido a que el tipo de lesión que genera el TCE no es generalmente algo muy localizado, sino que por el mismo golpe puede afectar múltiples áreas, no es fácil determinar con exactitud en todos los pacientes, qué se afecta específicamente. Pero a nivel general hay quejas por cambios en la velocidad con la que se procesa la información, fallas en concentración, dificultad recordando, planeando, así como cambios comportamentales como irritabilidad.

Después de un TCE es esperado que existan cambios en el funcionamiento cognitivo e incluso en la esfera emocional y en la personalidad. A través de la evaluación neuropsicológica se podrá determinar cuáles funciones se preservan y cuáles las afectadas y de esta manera poder guiar en el tratamiento de rehabilitación.

¿Cómo cuidarnos?

Cuida tu cabeza. Cuando conduzcas hazlo de forma prudente y responsable, evitando mirar el celular y conduciendo a una velocidad permitida. Si estás cansado, detente a hacer pausas. Si estás bajo los efectos del alcohol y/o sustancias psicoactivas, pide previamente conductor elegido o si te puedes quedar en el sitio, hazlo. Primero tu vida y las de los demás. Si eres conductor de bicicleta o moto, ponte casco, no te confíes. Para los niños, evita que tengan acceso a ventanas y escaleras poco seguras. Frente a cualquier caída protege siempre tu cabeza.

Escrito por

Maria Paula Hurtado

Neuropsicóloga – Neuronapsis

Bibliografía

Ardila, A., y Rosselli, M. (2007). Neuropsicología Clínica. Manual Moderno: México.

Ríos-Lago, Benito-León, Paúl-Lapedriza, Tirapu-Ustárroz (2011). Neuropsicología del daño Cerebral adquirido. En  Tirapu-Ustárruz, Ríos Lago y Mestú Unturbe (Ed.), Manual de Neuropsicología (pp 311-339), Barcelona, España: Viguera